Mañana de domingo. Un señor luce un traje sastre impecable. La punta de sus zapatos refleja una nube arrastrada sin piedad por el cielo. Son las nueve menos cuarto. Está […]
Mañana de domingo. Un señor luce un traje sastre impecable. La punta de sus zapatos refleja una nube arrastrada sin piedad por el cielo. Son las nueve menos cuarto. Está […]