Me conecté por unos segundos para mandar un mail, ya que mi atención estaba cien por ciento dirigida a mi maratón de Lost. Entonces, me inspiré y quise escriber un post sobre la serie y el maratón, cuando me percaté que esta entrada sería la número 100.
No sé cuál es la fijación que hay con los números, porque al final, sólo son una cifra como 99 ó 101, pero de cualquier manera, no deja de ser una cifra que representa un centenar de p
osts.
Así que, antes de hablarles sobre una creciente compulsión familiar por las maratones de series televisivas, me tomaré unos segundos para saborear el post número 100; agradecer a todos los lectores que han pasado por acá y dedicarle un pastelito virtual a este confesionario anónimo.
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Háganse a un lado Gilligan y los wannabe Survivor porque aquí viene Lost
Ahora bien, luego de soplar la velita, me dispongo a redactar la entrada original. Ustedes no me lo están preguntando, pero en estos últimos días he tenido la oportunidad de observar cómo mis padres invierte sus vacaciones frente al televisor viendo las temporadas de Lost. Se han dejado atrapar por la tripulación que deambula en una isla «bermudesca». Incluso han emprendido viajes únicamente con el objetivo de adquirir las temporadas siguientes, porque la anterior ya había sido vista.
No sé si agradecerle a la piratería, pero a lo largo y ancho de la sexta Avenida hay un sin fin de temporadas de todas las series famositas de la tele. En lo personal, estoy viendo Gilmore Girls, lo único malo es que no tienen la última temporada. Pero no importa, porque en el mercado oficial sólo tienen dos y el costo es el triple del pirata.
Cuando salió la primer temporada de Lost, yo no le puse mucha atención y luego ya era muy tarde para convertirme en asidua fan del show. Esta es una serie que hay que ver desde el principio porque de lo contrario, no es posible agarrar el ritmo.
Una tarde lluviosa de julio, una de tantas que han transcurrido en la ciudad, me aburrí de ver Gilmore y decidí ver Lost.
Sólo para ver cuál era el alboroto de mis papás, digo, hasta arman funciones con papalinas y refrescos.
Y pasó lo que me temía. Ahora soy la viajera número 43 de la tripulación sobreviviente y sufro junto a Carrie por su abducción hacia las profundidades de la selva, compadezco a Sawyer por su cinismo, que en realidad es una máscara para su debilidad. Y por qué no, me gusta Jack, el doctor/héroe que todo lo puede.
Mis papás pasan por mi cuarto y se sonríen, porque ahora yo también cambio al siguiente cd con urgencia para saber qué pasa en el siguiente capítulo. El próximo en la cadena será mi novio jajajajaja.
Por el momento voy por la mitad de la primer temporada, la cual es resumida así por Wikipedia:
El vuelo 815 de Oceanic Airlines se estrella en una remota isla del Pacífico. Después del accidente, los supervivientes comienzan a observar desde muy pronto fenómenos ext
raños en la isla. Jack se erige inicialmente en el líder de la comunidad. Su condición de médico le permite ser útil a los demás y empezar a ganarse su confianza. El encargado de obtener comida es John Locke, un enigmático personaje por el que los demás sienten respeto y desconfianza a partes iguales. Según avanzan los capítulos, en medio de diversos descubrimientos acerca de la naturaleza misteriosa de la isla, se desvela el motivo por el que cada uno de los personajes estaba en Sídney antes del accidente. Con el tiempo, crece entre Jack y Sawyer una especie de rivalidad por Kate, una chica por la que ambos se sienten aparentemente atraídos. Mediada la temporada, Sayid descubre a Rousseau, una francesa que lleva años atrapada en la isla y que le habla de otros habitantes. Uno de estos misteriosos habitantes hace acto de presencia poco después y rapta a Claire, una mujer embarazada que consigue regresar al poco tiempo, aunque sin recordar nada de lo ocurrido. Por su parte, Locke también hace un descubrimiento: una escotilla en el suelo cuya apertura le obsesionará a partir de entonces. Mientras tanto Sawyer, Jin, Michael y su hijo Walt construyen una balsa para tratar de escapar de la isla. Finalmente, varios personajes consiguen abrir la escotilla por medio de dinamita, y la balsa abandona la isla aunque es interceptada y atacada poco después, lo que concluye con el rapto de Walt.
