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Esta es una tarea del curso de Semiología del mensaje estético, que consiste en analizar 2 de los poemas de Gustavo Bracamonte publicados en País Desnudo. Al finalizar la asignación, me percaté de que se estaba reduciendo el espectro analítico a un universo poético conformado por una sola persona. El objeto de análisis es una antología erótica escrita por el director de la Escuela de Ciencias de la Comunicación, a quien se le debió comprar el libro para hacer la tarea. Creo que hubiera sido más diverso si además de adquirir el libro y leer a Bracamonte, se hubiera podido tener la oportunidad de crear un abanico poético al agregar más escritores guatemaltecos de diferentes épocas literarias. La mayoría de estudiantes y guatemaltecos en general desconocemos a la mayoría de poetas que han llenado con sus letras la historia del país.

Se podría haber dividido a la clase en pequeños grupos o asignaciones individuales de acuerdo a las épocas literarias. Las opciones hubieran podido empezar por el modernismo, la Generación del 10, la del Cometa, Los Tepeus, el Grupo Acento, los Saquerti, la poesía escrita durante el conflicto armado interno, la contemporánea, la de los noventas y la posmoderna. Autores como María Cruz, Enrique Gomez Carrillo, Rafael Arévalo Martinez, Luis Cardoza y Aragón, César Brañas, Otto Raúl Gonzales, María de los Ángeles Ruano. En la época actual o más reciente están los autores publicados por la Editorial X, Catafixia Editorial. También los poetas antologados en el libro Laberinto Babel que se presentó la semana pasada en la Ciudad Universitaria y muchos otros más que le habrían dado más variedad a un análisis semiótico. Con ello se habría creado un paisaje literario guatemalteco que podría visitarse de blog en blog sin encontrar poemas repetidos y al mismo autor analizado. Comparar los motivos poéticos y estéticos de María Cruz a principios del siglo pasado con la poesía de María de los Ángeles Ruano o una novísima poetisa de Laberinto Babel. Eso, haría la diferencia.

A continuación, mi análisis de dos poemas de Gustavo Bracamonte:

Análisis semiótico

Punto y aparte

Acariciar la íntima luz

garlar en flor la luna

hurgando el mar con tanta pasión

que me hago líquido cerca de sus pechos.

Busco el asidero del viento

sus ojos grandes

con la prosa de los pétalos

me describen la ternura

con los dedos descifro

–como un explorador—

el linaje sensual de las caricias internas

de las palabras

del movimiento.

Sólido es hacer un beso sin fisuras en la sien en el aliento

Un pájaro cantando al amanecer.

Una caricia estratégica

en el estuario festivo

consigue escalofríos y mueve el tiempo

para el gozo arbitrario de las estaciones

todo pasa revista en nuestra piel

Argumento

La visión del momento más íntimo con la persona amada desde la perspectiva del autor al compararlo con las estaciones del año y diferentes representaciones de la naturaleza. El gozo y amor que siente al hacer el amor con la pareja es expresado por el amante con diferentes comparaciones y evocaciones a la naturaleza.

Conflicto

El camino al éxtasis

Secuencias

Eufórica: El amante se encuentra con la persona amada e inician las caricias con emoción y locura. “Garlar en flor la luna hurgando con tanta pasión que me hago líquido cerca de sus pechos”. Este verso se refiere a la energía que ninguno puede contener, pues garlar significa hablar sin discreción. La locura de los sentidos y las ansías de lo que depara el encuentro están a flor de piel.

Proceso: La euforia continúa en búsqueda del punto exacto donde explote al amar. “Con los dedos descifro –como un eplorador- el linaje sensual de las caricias internas”.

Disfórica: La búsqueda frenética culmina con el éxtasis que ambos buscan. “Una caricia estratégica en el estuario festivo consigue escalofríos y mueve el tiempo para el gozo arbitrario…”. Las emociones se apaciguan.

Oposiciones

Éxtasis —- Relajación

Pasión —– Ternura

Movimiento — Quietud

Personajes

Hombre: Enamorado, apasionado.

Acciones: Explorar el cuerpo de su pareja

Mujer: Pasiva. Observadora con “sus ojos grandes”

Acciones: Le muestra el camino a seguir pero no interactúa en el poema.

Tiempo

Se desarrolla en una época indeterminada. Pero sí se puede identificar que el en transcurso de la noche los dos amantes mantienen el encuentro pasional. Empieza desde que el protagonista quisiera “garlar en flor la luna” y continúa hasta el “pájaro cantando al amanecer”.

Espacios

La acción probablemente se desarrolle en una habitación pero el autor la ubica en el exterior. La compara con imágenes de la naturaleza, por lo que el poema transmite la sensación de estar sucediendo en un lugar sin límites materiales. La pasión y el amor invaden todo el espacio.

Lo denotado

Una relación pasional. Caricias entre los amantes que se aman. Escalofríos y gozo de sensaciones.

Lo connotado

El poema toma referencias externas para compararlas con un encuentro sexual entre dos amantes. “Garlar en flor la luna” se refiere a la pasión con la que inicia la relación entre “el linaje sensual de las caricias internas, de las palabras del movimiento”. El éxtasis es encontrado con “una caricia estratégica en el estuario festivo… consigue escalofríos y mueve el tiempo”.

Propuesta ideológica

Retoma lo valioso de una relación sexual al atribuirle valores sublimes comparados con elementos de la naturaleza. Hacer el amor es un acto que va más allá de la lujuria pasional.

Hojas de agua sobre la calle

Amaneció lloviendo

Las vidas y las ciudades bajaron sus nostalgias

Por las enredaderas acuosas del tiempo.

Un pájaro se retiró de mi ventana

Sin solicitar el aleteo delicioso de mi oficio

Llevando la fruta de mis ojos

Al municipio rosa de sus labios

Estrené mi esencia de transeúnte apasionado

En la latitud de sus senos

Con ese recorrido brillante de las miradas.

Afuera de su casa también llovía con la intensidad de un sueño absorto

Amenazado –silenciosamente- por el amor.

Están colocados los espejos

Sobre la hierba y el pavimento

Pronto saldré a auscultar

El reflejo de sus ojos grandes

Conminándome –desde la serenidad- a la dicha lúdica

Allí encontraré el principio de la luz y del agua

Quedará en silencio mi cuerpo

Me llamará

Desde el quehacer de las manos abandonadas

Ningún movimiento es inútil sobre su pecho

La cintura cruje ante los augurios domésticos

Para alargar el éxtasis de la piel sin excusas

Quién soy para que me piense desnudo

Bajo el agua de la lluvia hecha desde el dia anterior

Por sus orgasmos dulces físicamente perfectos

Quién decide que amanezca con el paladar inundado de su cuerpo

A qué universo acudiré para obtener su isla indescifrable

En ese esfuerzo he de pensar la existencia como augurio constante

Pensamiento

Ella

Yo

Al final somos homogéneos

Desde el principio hasta la consumación

Argumento

Un hombre que recuerda en un día lluvioso a su primer amor o a la primera mujer con la que perdió la virginidad. Ahora sólo le queda el recuerdo de aquellos días de amor porque hoy ambos están distanciados por el tiempo y la lejanía.

Conflicto

La nostalgia del recuerdo del primer amor.

Secuencias

Inicio Disfórica: Al amanecer lloviendo con las vidas y las ciudades que bajan sus nostalgias, el autor también se envuelve en el recuerdo triste de la mujer que ya no está a su lado.

Proceso: El personaje inicia un recorrido mental hacia el recuerdo de aquellos días en que podía estar con su primer amor.

Conclusión Eufórica: Aunque sea de la mano del recuerdo, el protagonista logra revivir los momentos dulces que pasó con su pareja.

Oposiciones

Nostalgia — Regocijo

Luz — oscuridad

Presencia — abandono

Comienzo — final

Exterior — mundo interno

Personajes

Hombre: Atrapado en el recuerdo y la nostalgia. Melancolía hacia el pasado y su primer amor.

Acción: Recordar con serenidad el pasado y a la mujer que amó.

Mujer: Ausente, ya no está con el protagonista. Por eso ella sólo existe en la memoria de su antigua pareja.

Tiempo

No hay una época determinada pero se infiere que la acción sucede una mañana cualquiera.

Espacios

Una habitación desde la que el protagonista amanece recordando y observando por la venta un paisaje urbano mojado por la lluvia.

Lo denotado

Hombre solitario que recuerda en las primeras horas de la mañana. Entorno urbano. Un pájaro que visita la ventana.

Lo connotado

La soledad en la que se encuentra sumido el personaje le lleva a recordar el “estreno de mi esencia de transeúnte apasionado”. Esto implica que ella fue su primer gran amor. Los espejos sobre la hierba y el pavimento son todos aquellos lugares que le recuerdan a ella y que deberá afrontar en cuanto salga de su habitación.

Propuesta ideológica

La ciudad y el entorno urbano pueden convertirse en una cárcel que refleja los recuerdos sobre la hierba y el pavimento. El ritmo de vida actual puede enajenar a las personas y distanciarlas.


Para W.C.

— Aló. Hola. ¿Podés salir?

— Creo que sí. Sólo tengo que terminar una tarea. Pero… Va. Le voy a decir a mi mamá que necesito unas hojas. De todas maneras, ya casi se me acaban las que tengo aquí. ¿Me pasas trayendo?

— Oralé. Paso por vos.

Las dos colgábamos el teléfono. Corríamos a cambiarnos el uniforme por una ropa adecuada y cómoda para salir a dar una vuelta. Le decíamos a mamá que fulanita quería ir a la librería. La mía siempre preguntaba que por qué no podías ir sola. Pero eso es algo que nunca pude contestarle. Quizá porque muy en el fondo sabía que a mis quince años, esa era sólo una excusa para salir por las tardes y conquistar una colonia más de Villa Nueva. Diez minutos después sonaba el timbre de la casa y esa era como la batiseñal para escabullirme con el dinero para comprar las hojas, láminas ilustrativas, cartulinas, plancha de duroport, lana… Mi mamá me designaba también como la compradora oficial del pan y eso ampliaba el recorrido.

En época de vacaciones todo era más fácil. ¿Te acordás de aquellas mañanas en que te sentías deportiva y las calles se convertían en circuitos ciclísticos? Siempre te acompañaba aunque nunca he sido fanática del deporte. A veces cambiábamos el horario y trasladábamos todo para la tarde. El viento frío de finales de octubre refrescaba las vueltas. Si teníamos suerte podíamos encontrar a nuestros respectivos amores platónicos en alguna cuadra cerca de la tienda. Muy pocas veces cambiamos la bicicleta por los patines o la patineta de tu hermano. La mayoría de ocasiones caminábamos toda la tarde contra el viento. Tu fragilidad y delicadeza eran tan encantadoras como divertidas. Pero desaparecían cuando corríamos para llegar a tiempo a casa antes de que nos regañaran por regresar a altas horas de la noche. Casi nunca lo lográbamos.

Darle la vuelta a la colonia entre chismes, pláticas existenciales y los flirteos con uno que otro chavo eran el pan de cada día. Fue así como conocimos al Pipirifláutico, Tete, Cara de pizza, el Bombero, el Chino y otros que no llegaron a tener sobrenombre. Al Pipirifláutico lo vi un par de veces hace cinco años cuando iba para la Universidad. Seguía igual de ñoño y ya no teníamos nada de que hablar.

¿Te acordás de cuando nos fuimos a ver lluvias de estrellas en el parque? Llevábamos unos ponchos para acostarnos en las gradas del parque. Los grillos interrumpían los cuchicheos. De repente, pegaste un grito que asustó a todos los presentes. Creíste haber visto un fantasma con botas amarillas. En realidad, eran de algún guardia que vigilaba el sector. Otras veces pasábamos por donde se apostaban los trovadores del barrio y los mirábamos de reojo. Nos invitaban a escuchar todo el repertorio del rock nacional. Que si te enseño a tocar guitarra, que música te gusta, que si cualquier cosa. Las lecciones se concretaron días después pero hoy ya casi no recuerdo cuáles eran los acordes. Hoy mi guitarra atesora el polvo y a ti nunca te interesaron los instrumentos musicales.

Cuando terminaban las vacaciones recurríamos de nuevo a los pretextos y compras en la librería. No nos unían los gustos por la misma música ni te gustaba leer. Odiábamos las canciones fresas pero nunca fuimos a un concierto juntas. Tampoco íbamos al cine pero sí a comprar ropa. Evitabas hablar de tu familia y preferías conversar sobre tus nuevos amigos en bachillerato.

Teníamos un apretón especial de manos con todo y coreografía que contrastaba mucho con la manera en que saludaba a mis amigas del colegio. Nuestro cariño era extraño. El tiempo siguió pasando y ya no había pretextos que valieran a la hora de ir a traer la cartulina o el pan. Tenía que estudiar para los exámenes finales y tú te juntabas con tus amigas del curso para ir a comer por ahí o hacer trabajos. Luego vino la graduación y no recuerdo por qué no llegué a la tuya o viceversa. No fuiste la primera en saber que había conocido a tal chavo en la Universidad y que luego resultamos siendo novios. Tu vivías tu historia personal con un vecino del que tampoco volví a saber nada. Creo que lo vi hace unos meses por un parqueo en la zona 1. No le hablé. El frio se colaba por la ventana, todavía no anochecía y no me sentía tan cómoda entre los carros que se amontonaban en esa calle tan angosta. Los celajes de fin de año me recordaron esas tardes en las que aún no sabíamos qué queríamos hacer “cuando fuéramos grandes”. Todo consistía en caminar arropadas con nuestros mejores sudaderos contra el frío y reírnos sin ninguna preocupación.

Hoy creo que no nos alejamos cuando me cambié de suburbio. Ese hilo invisible que me mantiene unida a otras amigas se debilitó contigo en algún momento..Si nos tomáramos un café quizá no tendríamos mucho de qué hablar.

Pero siempre te extraño cuando el viento me sopla en la cara y me dan ganas de ir a caminar por esta colonia vacía, que ni es mía.


El helado viento me rodeaba en cada kilómetro recorrido por Chicabal. Este es un recinto natural ubicado en Chile Verde, San Juan Olintepeque, Quetzaltenango. La bruma me distraía de la caminata y con una respiración entrecortada me recordaba a la mañana en que el detective Rosanegra encontró a Raquel. Imaginaba que en la siguiente vuelta podría encontrarme a los perros endemoniados que Rosanegra veía en sus pesadillas.

El fin de semana pasado subí hasta la la laguna Chicabal, que se ubica a 4 kilómetros de la carretera más 590 gradas de descenso al cráter. Aunque ya había deambulado por el Pacaya esta ha sido la primera vez que subo hasta la cima de un volcán. No recuerdo la última vez que había estado tanto tiempo conmigo misma ni debatido tantas batallas existenciales juntas. A lo largo de cada metro me invadían diferentes pensamientos y fantasías, entre las cuales Raquel probablemente me observaba desde los matorrales. El entorno grisáceo se fundía con «el arco iris de tonos verdes» que enmarcaba la palidez en la piel de la joven aquella mañana en que fue encontrada sin vida.

El ambiente que Byron Quiñónez describe en Aquí siempre es de noche te atrapa desde las primeras líneas. Lo empecé a leer mientras esperaba que la camioneta continuara su camino hacia Xela en Los Encuentros. Para alejarme un poco del bullicio de los vendedores decidí abrir el libro y aunque afuera el sol irradiaba acompañado de un delicioso viento, en mi lugar era de noche. El bus siguió su marcha y volví a abrir el libro en cuanto tuve cualquier momento libre al despertar o antes de dormir en ese viaje. Se lee rápido porque captura tu atención y en un instante buscas saber quién pudo haber asesinado a una muchacha tan linda. El contraste entre la sensibilidad de un policía y su lado oscuro no tiene precio. No he leído la primera parte de esta saga El perro en llamas. Pero espero poder hacerlo pronto e incluirlo en este reto.

La poesía puede convertirse en un buen refugio cuando no sabes hacia donde girar en el camino. Con el primer libro del reto de Lectores Chapines me encontré en un submundo urbano con imágenes tan compartidas y realidades tan cercanas a la mía. Aunque el autor sea un joven peruano dos años más joven que creció en un contexto diferente al mío, debemos tener algo en común para que su poema haya hecho click.

Mi poema favorito fue Accidente, que aborda de una manera hermosa la descripción de los pasajeros en una combi con The Cure como Soundtrack. La Combi está llena de seres «amorfados, alcohólicos, orates, oligofrénicos, re- vendedores ambulantes. Pero en el último asiento una verdadera promesa de humanidad se pega a la lluvia, al tiempo loco, loco como un niño después del primer beso». Las otras líneas repartidas por el libro escritas por Willni Dávalos que me llamaron la atención fueron:

Verbaliza tu pesadilla
antes de que le salgan brazos
y te ahorque esta noche (Como un Parásito)
No necesito soles enmascarados
sólo una estrella en el bolsillo
y una luciérnaga para hacernos un amor (Cuadrado Vicioso)
Soy el eco en su disfraz de silencio escrito (Mezcalinada)
El primer libro que escogí para el reto puede ser encontrado en Catafixia Editorial o en librerías como Sophos y La Casa del Libro en la zona 1. Por cierto, esta última librería es un lugar
fenomenal para encontrar verdaderas joyas editoriales con sello guatemalteco. Fue precisamente ahí que seleccioné los siguientes títulos para añadirlos a la lista:

Aquí Siempre es de Noche /Byron Quiñonez ___ Magna Terra
El Retorno del Cangrejo Parte 4 / Julio Calvo Drago ___ Editorial X
Por el Suelo / Julio Hernández ___ Editorial X
Times New Roman Punto 12 / Alejandro Marré ___ Editorial Cultura
Lecturas Menores /Javier Payeras ____ Editorial Cultura
Raktas / Javier Payeras ____ Editorial X
La Hora de la Rabia / Javier Payeras ____ Editorial X
Encierro y divagación
en tres espacios y un anexo /Maurice Echeverria __ Editorial X
Poemas de la izquierda erótica / Ana María Rodas
De esta selección los mayores hallazgos fueron los de Editorial X. En especial el de Calvo Drago.
A esa lista le siguen otros que han estado en casa y que no he leído o que retomaré:
El Jugador Fedor Dostoievski
Café Express Isabel de los Angeles Ruano
Fuegos Marguerite Yourcenar
Poemas Friedrich Nietzsche
Poemas Escogidos César Vallejo
La Dama de las Camelias Alejandro Dumas
Los Jueces Arnoldo Gálvez Suárez
Cuentos Edgar A. Poe
Rayuela Julio Cortázar
La edición de Mata Mata
Alicia en el País de las Maravillas y a través del espejo
Me encantaría agregar más libros de H.S. Thompson, Bukowski y estoy abierta a sugerencias.
Justo ahora me encuentro en mi segunda lectura: Aquí Siempre es de noche, de Byron Quiñónez. Pronto un Post al respecto.

Hace algunas semanas unas amigas y yo visitamos A.G.H. Trasciende para documentar los momentos de ensayo del Big Band Crew. El Bboying forma parte de los cuatro pilares del Hip Hop y gracias a diferentes oportunidades me he dado cuenta que si tuviera la condición física y mi rodilla no hubiera sido lastimada en la adolescencia, definitivamente intentaría ser una Bgirl. Mientras ese momento llega aprovecho para realizar una tarea universitaria y compartirles el video Bboy hasta la muerte. Además les dejo un análisis semiótico que podría ayudar a quienes, al igual que yo, están estudiando comunicación o les interesa el tema.





Argumento:

Cada noche un grupo de jóvenes proveniente de diversas partes de la ciudad se reúne en la sede de A.G.H Trasciende (Asociación Guatemalteca de Artistas de Hip Hop). Este lugar se ubica en la zona 1, donde retan a la gravedad al emplear su cuerpo como un canal de comunicación.

El Bboying es un estilo de baile en el hip hop, que es un movimiento que engloba otros elementos como el Graffitti, Dj y Mc. Para los Bboy’s este elemento se ha convertido en el más accesible y sano para olvidar sus problemas en una sociedad excluyente y violenta, donde sus códigos de comunicación, vestimenta y música han sido objeto de discriminación. Esto ha provocado que se generen estereotipos confundiéndolos con pandilleros.

Bboy Canchito, Bboy Master y Bboy Pablo integrantes del Big Band Crew, definen su estilo de vida como Bboy’s al estar inmersos en una sociedad prejuiciosa y discriminante.

Conflicto

Incomprensión de la sociedad ante formas de expresión.

Secuencias

Situación Inicial

Disfórica

La sociedad cuenta con escasas oportunidad de recreación quepuedan ser aprovechadas por los jóvenes.

«la sociedad nos trata de mareros por nuestra forma de vestir y bailar” Bboy Canchito

Proceso

La apertura de lugares como A.G.H Trasciende le dan a la juventud un espacio para expresarse sin prejuicios.

Los Crew’s son asociaciones de personas unidas por el interés en el Bboying. Big Band Crew es el conjunto al que pertenecen Bboy Canchito, Bboy Master y Bboy Pablo. Cada Crew es considerado como una familia.

Situación Final

Eufórica, “el baile hace que las penas y problemas se olviden”. El bboying es una alternativa para que la juventud se aleje de la delincuencia o pasatiempos improductivos.

El baile es una opción para que los jóvenes se expresen . La práctica y dedicación constante logra que poco a poco el movimiento hip hop puede ser cada vez más aceptado por otros sectores de la población.


















Las oposiciones en Bboy hasta la muerte

Rechazo

Aceptación

Silencio

Expresión

Criminalidad
Estilo de vida deportivo
Prejuicio
Aceptación
Desconocimiento
Entendimiento

Crítica

Solidaridad

Desapego
Familiaridad








Denotación Bboy hasta la muerte:

El video tiene una duración 2:31 minutos

La locación de grabación se ubica en: A.G.H Trasciende

Personajes: Big Band Crew Bboy’s Canchito, Master, Pablo, Charly.

Tomas detalladas en lucar semioscuro en el que se destacan aspectos de los bailarines: tennis, pasos, graffiti, equipo de sonido, pista de baile.

La imagen de un joven bailando le da paso a su voz en off, que define su estilo de vida como Bboy.

Las rutinas de baile presentadas por Bboy Canchito, Bboy Master y Bboy Pablo conforman la mayoría del video. Se presentan intermedios con frases que normalmente utiliza la sociedad para referirse a los jóvenes que practican este deporte.

El video cierra con rutinas de Big Band Crew.

Connotación Bboy hasta la muerte:

El video connota a un grupo de jóvenes que están expuestos a situaciones de riesgo, quienes han encontrado un espacio favorable para poder expresarse sin ser cuestionados o criticados.

Para ellos ser Bboy significa mucho más que bailar, es un vehículo de expresión y esparcimiento diario.

Bboy hasta la muerte hace alusión a estos jóvenes que se han comprometido con el movimiento hip hop a través de este elemento. El Bboying representa su estilo de vida ante el crimen y violencia que azota el país.

En el transcurso del video aparece un grafiti amarillo, el cual se convierte en el hilo conductor para llamar la atención del espectador sobre un body copy con una tonalidad más fuerte enlazando los prejuicios. Este elemento interactúa con el logotipo del A.G.H Trasciende, para reforzar el mensaje.

Ideología política Bboy hasta la muerte

El video busca deconstruir analíticamente los elementos que integran la cultura del Bboying. De esta manera, se socializarán las características del estilo de vida de los Bboys para reducir la brecha entre el prejuicio y el conocimiento.

El video fue realizado por: Lucía León, María Fidelina Reyes, Bárbara González.

Imágenes y Video: Briss Milián
Edición: Kathya Archila
Música: Jip Jop Mixtape, Basico 3


De la misma manera con la que empieza este mes con un nuevo header, también inicio un reto personal. Se trata de leer 50 libros en un año. Esta es una iniciativa que se repite por segunda ocasión y hasta este año la conozco. Los promotores son integrantes de la comunidad Twitter en Guatemala y Lectores Chapines. Consiste en leer 50 libros en un año: 1 libro por semana con descanso de dos semanas. Cada participante puede escoger su ritmo. Inició el 1 de octubre y es realizado para disfrutar del goce por la lectura. No hay reglas de género o tipo.

Aunque hay días en los que en mi agenda ya no cabe ni un alfiler, sí quiero involucrarme en el reto y poder leer varios títulos que reposan en la pila de pendientes. Es por eso que me inclino por otra opción pensada para quienes no tengamos suficiente tiempo. El de los #25 libros. En cualquiera de las dos modalidades debemos dejar 12 espacios para las recomendaciones del mes de parte de los Lectores Chapines. Pero si me sobra tiempo o veo que podría leer más con mucho gusto amplío la lista.
El banderazo de salida lo doy con Astro Degenerado En Lumbre de Willni Dávalos, publicado por Catafixia Editorial. Es una selección de poemas escritos por un joven peruano que siento cerca aunque nos separen cientos de kilómetros. No hay ninguna razón específica por la que escogí este libro como el primero. Simplemente estaba hasta arriba de una torre en mi librera y lo tomé en una noche de insomnio.
Uno de los poemas es Accidente. Lo leí mientras estaba en la cola de un banco cualquiera hoy al medio día. Algunos versos que me enamoraron son:
«Hay una combi en mi cabeza
y en esa combi
viajas semidormida.
The Cure en el discman o bradicardia…
y a tu lado un ebrio
te dice lo bella que eres…
… Finges no oírlo
y acomodas los audífonos.
Ahora no oyes ni el motor de la miseria…
… Junto al tipo dormido,
una verdadera promesa de humanidad
se pega a la lluvia…»
Otro que me gustó bastante hoy fue Albuitre. Lo encontré demasiado intenso mientras esperaba mi turno en el Car Wash. Necesité una relectura algunos minutos después cuando mi espera se trasladó a la aceitera. Hoy fue un día dedicado a diligencias mecánicas o burocráticas con un tinte poético. Me reconfortó. A continuación unos versos:
«La poesía es silencio.
Y el silencio es la canción que las cadenas materiales
nos impiden oír».
Actualización. Hoy estoy revisando mis libros y creo que la lista podría aumentar 😀


Después de encontrarme con un antiguo cuaderno que empecé a llenar con letras en el 2004, me topé con un dibujo que mi hermano me dedicó. Mi atracción por el País de las Maravillas no es desconocida entre mi familia. Por eso mi hermano, el mediano de tres, tuvo a bien tomar mi cuaderno cuando él tenía 14 años para darle vuelo a su imaginación. El dibujo es Alicia.

Él dibuja, mi hermano menor canta y yo escribo. A partir de hoy su boceto les dará la bienvenida y tendrá un lugar privilegiado en esta bitácora. Me emocioné mucho cuando me recordé del dibujo porque además de releer algunos textos, me encontré con un hermanito que siempre ha tenido detalles conmigo. Los dos son geniales y me han sorprendido de diferentes maneras. Pero el dibujante siempre me dice: «Sos la mejor hermana»… Y yo, como es costumbre le respondo: «Porque soy la única». Luego nos reímos y la vida sigue. Eso claro, cuando no estamos peleando o no lo regaño. Porque sí, los quiero tanto que a veces los regaño y entonces me contesta que él tiene dos mamás en vez de una.

Cuando los han asaltado o les pasa algo me entra una angustia y una impotencia terrible. Cuado se graduaron me encantó verlos todos serios y emocionados. Soy la mayor entre un trío de hermanos que para bien o para mal, son los únicos y por eso los quiero. En algunos años sus dibujos y obras valdrán oro y los discos de mi otro hermano y Dig Up The Shotgun serán altamente cotizados. Lo sé.

En un día al revés cualquiera

la angustia ambulante

recorre gargantas secas.

Un nudo astilla la impotencia.

Gritos ahogados rozan las

caricias de una ansiedad que no cesa.

Fue en un día al revés que mi voz

se apagó cuando noté tu ausencia.

Hay mañanas en las que tu ausencia es más profunda.

Hoy me siento recorrida por tu fantasma. El calor de tus abrazos pasa desapercibido en la cola del banco. Intento distraerme para no pensarte. Entretenerme para no aguantarte. Los libros de bolsillo están hechos justo para estas emergencias pero olvidé el mío en el carro. Después de lamentarme el instinto me obliga a observar a una señora y su paraguas. A una nena y su tedio. Al abuelo y su mochila azul descosida. Busco una daga para el recuerdo. Un código alternativo para darle ctrl+alt+delete al corazón. Una voz femenina me indica que es mi turno para avanzar a la ventanilla siete.

Bajo el sol de medio día hay un señor que cayó de la cornisa. Al principio pensé que era algún bolito que había escogido ese punto como el idóneo para pasar la tarde. Pero conforme me acerco, me percato de que en realidad es un constructor que sufre horriblemente. Hay borbotones carmesí que fluyen a su alrededor sin parar.

Justo sobre esta misma banqueta caminamos juntos hace algunas semanas. ¿Te acordas? Me agarrabas de la mano y reíamos juntos. Pero ahora el albañil piensa en su esposa e implora ayuda. Lo que él no sabe es que cuando hay una emergencia los bomberos están en su hora de almuerzo. Trato de llamar a alguna ambulancia pero nadie contesta. Algunos peatones también detienen su marcha para observar o pedir ayuda. El reloj me indica que debo apresurarme para cumplir con una reunión-almuerzo.

Una silueta se dibuja en la silla a mi derecha. Saludo a tu espectro en el mismo restaurante donde nos encontramos antes de amarnos. Una mueca de sonrisa antecede al suspiro. Hoy tu ausencia visita mis poros. Es un día vacío y no te das cuenta.

Soundtrack. Una versión acústica.

«Ahora en esta hora inocente

yo y la que fui nos sentamos

en el umbral de mi mirada»

Alejandra Pizarnik




Hay momentos en la vida en los que una quisiera cerrar los ojos para volver a abrirlos en una escena diferente. Viajar. Cambiarnos el nombre, la profesión y la identidad. Todo esto para olvidar, volvernos a enamorar y sanar el corazón. Al igual que Alice en Closer o Elizabeth en My Blueberry Nights. Asumir una identidad diferente o simplemente viajar por el país para reconocernos en la distancia. Estas dos películas son algunas dentro del gran universo fílmico que tratan sobre este tema. Y es que el momento de recolectar nuestros pedacitos para guardarlos en la maleta es uno de los motivos más recurrentes para un guión de película. Es un instante más profundo que nos podría permitir el borrón y cuenta nueva. Para luego retomar la vida donde la dejamos, avanzar y volverse a enamorar. Sentir. Sonreír.

Hace algunos años acaricié esa fantasía. Mi vida alternativa sería en algún pueblo alrededor del lago de Atitlán donde me quedaría trabajando y reconstruiría una identidad. El inglés lo hablo con fluidez y el italiano lo mastico un poco. Así que en el área lingüística estaba cubierta. Lo único que me faltaba era un plan específico. En esas semanas justamente acababa de ver My Blueberry Nights y el soundtrack de Closer me acompañó en algunas caminatas por el Centro Histórico. Debo decir que han sido los paseos más intensos que he dado absorta en mis pensamientos.
Si bien no podía ser una mesera en algún pueblo lejano, si pude tomar una camioneta en Periroosvelt para largarme al menos por unos días. Lo decidí de un día para otro cuando observaba la antigua Sexta Avenida desde el segundo nivel de un restaurante.
Estaba sola. SO-LA. SI. Llena de soledad. SI. Hecha pedacitos. SI. ¿Pero y qué? Así que llegué a mi casa para guardar un poco de ropa. Le notifiqué a mis padres que me ausentaría unos días porque abordaría el bus en las siguientes 12 horas. Me sorprendió su comprensión y que no indagaran más acerca de mi pequeña escapada. «Que se vaya» fueron las palabras que mi papá le dijo a mi mamá mientras seguían viendo tele y yo salía de la habitación. Mi misión era encontrarle sentido a la pregunta encerrada en esos signos de interrogación.




Iba acompañada de una de mis mejores amigas y unas Pringles que me regaló mi mamá jaja. La compañía crispy y risueña hizo más llevadero el viaje improvisado en el que aún no tenía un lugar donde pernoctar. Cuando mi amiga se durmió me dediqué a estudiar a los demás pasajeros y sus posibles historias. La armónica seriedad de un señor me llamó mucho la atención.
Llegamos a las seis de la tarde y después de comprar algo en la Santander, corrimos para alcanzar la última lancha que nos llevaría a San Marcos La Laguna. Cruzamos el lago bajo una fuerte lluvia y los amantes de la adrenalina lo hubieran disfrutado. Pero yo estaba distraída o mas bien hipnotizada en el cielo negro. Luego caminamos por un pueblo que a esas alturas de la noche lucía desierto y pasamos por la casa de unos amigos del jefe de mi amiga. La escena era como una versión bizarra de la Fiesta del té de Carroll protagonizada por unos argentinos, vegetarianos/orgánicos sin ningún mueble. No estaba en un ánimo tan aventurero y experimental, por lo que pregunté si no había otro lugar en el que me pudiera quedar.

Mi paréntesis tuvo una duración de tres días, que estuvieron llenos de caminatas por el pueblo bajo una perenne llovizna y un delicioso frío. Podía pasar horas contemplando el lago y escribiendo. Aceptando. Perdonando. Comprendiendo. Molestándome de nuevo y así sucesivamente.
Tembló en una de las tantas ocasiones en las que yo estaba sentada en un pequeño mirador abandonado. Los niños que jugaban en la orilla del lago ni se inmutaron. En ese instante imaginé como mis hojas llenas de garabatos flotaban por la ladera, pues si la intensidad del temblor aumentaba podría derrumbarse todo. Mi mente paranoica no tuvo la razón y todo continuó con tranquilidad.

Poco a poco pasó el tiempo entre música, el muelle, yoga improvisado a las 10 pm, malabares furtivos, conversaciones dispersas, natación madrugadora y algún otro detalle por ahí. Mis ojos trataban de devorar todas las estampas posibles desde un comedor donde unos gatos amenazaban con robarse mi comida. Mi amiga debía trabajar en unas charlas educativas y por eso estuve sola la mayor parte del tiempo. Esos instantes de compañía unipersonal resultaron ser más reconfortantes de lo que pude imaginar.

Quizá no pude recolectar todas las piezas del rompecabezas en esos días. Pero al menos encontré algunas que me ayudaron a seguir ordenando mi paisaje. Inspiración para ver todo desde perspectivas diferentes.
Elizabeth recorrió Estados Unidos para dar una vuelta más grande antes de llegar al otro lado de la calle. Alice cruzó el mundo para asumir otra identidad pero nunca se aceptó y tal vez por eso mintió sobre quien era en realidad…
Yo también quería tener un fresh start pero sin esconderme. Sacudir esa pizarra mágica para borrar el dibujo antiguo y empezar uno nuevo. Devorar los paisajes fugaces en la autopista y saborear aquellos que me observaban bajo la luz de la luna. Lo logré y aprendí. Tomé lo bueno y lo guardé en una caja pequeñita. Asimismo, deseché lo negativo para evitar regresar a esos callejones oscuros que a veces nos atrapan.

La vida pasa. Es cuestión de tomar cada etapa y enfrentarla. Embrace it. Se lee fácil y quizá es aún más increíble cuando se intenta practicar. Pero después de soñar despierta con vidas paralelas puede ser que lo próximo que veas sea una nueva calle. Esta vez podrás cruzar sin dar tanto rodeo porque automáticamente sabrás que ahí es donde querés estar. El detalle está en que quien te espera del otro lado de la calle sea quien tu quieras y que además también esté en la misma disposición. Coincidir. ¿Coincidir? Esa es otra historia.

El soundtrack de este post es una canción que ha alimentado esa fantasía. La escuché en la carretera a Xela una vez y me llenó tanto… Boston de Augustana


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