Llegaron de repente y sin aviso los surcos en el rostro. Las hebras plateadas enmarcan su mirada perdida. Los pasos apesadumbrados se abren camino entre el eco de carcajadas infantiles. […]
Llegaron de repente y sin aviso los surcos en el rostro. Las hebras plateadas enmarcan su mirada perdida. Los pasos apesadumbrados se abren camino entre el eco de carcajadas infantiles. […]