En un día al revés cualquiera
la angustia ambulante
recorre gargantas secas.
Un nudo astilla la impotencia.
Gritos ahogados rozan las
caricias de una ansiedad que no cesa.
Fue en un día al revés que mi voz
se apagó cuando noté tu ausencia.
Save my name, email, and website in this browser for the next time I comment.
Leave a Comment