Cuando yo tenía 4 años, una maestra del colegio me dejaba como tarea el escribir letanías sin sentido en un cuaderno de lectoescritura. Las únicas planas que no podían estar más cerca de la verdad eran: mi mamá me mima y mi mamá me ama. Aunque yo no entendía nada de ecuaciones o las Leyes de Newton, sí podía identificarme con estas dos frases hasta el punto de comprenderlas. Y es que el amor y la presencia de la madre son fundamentales en el desarrollo de cada individuo.
Sin caer en temas cursis o aquellos poemas acartonados que siguen un esquema predeterminado, me atrevo a decir que mi mamá me ama y yo amo a mi mamá. La amo por ser mi mejor amiga y por haberme dado las herramientas necesarias para sobrevivir en esta jungla de concreto. Creo que es aquí cuando Erich Fromm diría que “el amor materno ha sido considerado como la forma más elevada de amor debido a su carácter altruista y generoso, es entonces el más sagrado de todos los vínculos emocionales”.
Pero la relación entre madre e hija va mucho más allá del altruismo, abarca un proceso de comunicación con el que se puede establecer contacto entre ambas, expresar o comprender lo que pensamos y podemos vincularnos por el afecto.
Claro que no todos los días son miel sobre hojuelas, la adolescencia y conflictos superfluos son detonantes para algunas discusiones, que algunas veces terminan en regaños. Algunos enemigos de la comunicación son las generalizaciones, el reprochar hechos pasados, la impaciencia y la falta de atención de cualquiera de las dos partes, entre otros. Para poder transmitir correctamente nuestros sentimientos es necesario dar información positiva, ponernos en el lugar del otro y saber escuchar con atención.
Creo que a lo largo de veinte años las experiencias buenas sobresalen en la balanza de la convivencia con mi mamá. Los rituales familiares como el ver Gilmore Girls y reírnos de los personajes, ir juntas al supermercado mientras platicamos sobre trivialidades o tomarnos una taza de café con pan mientras le cuento mis inquietudes, son momentos que han marcado tanto nuestra relación como a mi personalidad. Sin su apoyo probablemente no tendría tantas metas cumplidas en la lista de mis aspiraciones. Es gracias a sus consejos que he podido resolver problemas como los que se dan en el ámbito laboral, personal e incluso hasta en mi guardarropa.
Fotografías:
1.Ayleen de León y Lucía (Lunatika) Archivo familiar
2. Ayleen de León Archivo Familiar
3. Gilmore Girls www.wbtv.com
Bonita crónica, Lucía. Un círculo eso porque tarde o temprano el asunto de la pérdida de la inocencia nos alcanza a todos. Y se trasluce en el ejercicio de lo cotidiano. Saludos!
gracias por tu comentario y un saludo para tu mamá! pd. Te amo!
obviamente esa realcion es fuera de lo comun, es exelente que hayan personas que pueden llevar una relacion madre he hija, de la forma en que ellas la llevan felicitacioines a las 2 y feliz dia de la madre
Duff:
No he visto la película pero me parece una bonita muestra de afecto y amor sincero. Mi mamá ha sido una persona muy importante para mí, creo que nuestra unión se debe también a que soy su única hija y compartimos bastante.
Birdman:
¿Quién necesita de Wonder Woman cuando tienes a tu mamá? jeje un saludo y qué bueno que te gustó.
=0)
Hay una escena en Garden State, donde el personaje Andrew Largeman recuerda que cuando era niño estaba llorando por algo, y su madre le ofreció su manga para que se limpiara. "En ese momento pensé, esto es el amor, esto es el amor". Linda dedicatoria Lu, muy madura y centrada.
Sí, una madre es una compañera, una amiga y una maestra para cada uno. Creo que los pequeños detalles como el ver tv, oir música en el carro y compartir la cafeína, son al final los que se convierten en momentos especiales que compartieron los dos.
no cabe duda, el café es un vinculo que me unio con mi mamá ahora que no esta, se que sigue tomando cafe conmigo, cuando se habla de amor la palbra madre es infaltable,
Mi madre es mi heroína, es esa mujer que todo lo puede y que para todo tiene una palabra de aliento o una durisima opinion cuando algo no le parece, mi madre fue quien me enseño el amor por el buen cafe, quien me enseña que la vida es un universo de posibilidades y que de nosotros depende cuales se haran realidad.
me gusto tu post, un saludo