Escribo estas líneas mientras espero el eclipse total de luna que inaugurará mi cumpleaños 24. Veinticuatro. Para muchas de las personas que me rodean en el trabajo y en algunos círculos de amigos, esta cifra es apenas la de una nena. “Todavía estás chiquita” es una frase que, en realidad, me he cansado de escuchar. Por eso me agrada cuando me junto con el club de los 24 (un grupo muy VIP de amigos que se conformó cuando todos teníamos 22). Aunque siempre me he sentido a gusto con los Freaks (el mejor grupo de amigos que me ha dejado Siglo 21) y otros amigos que hasta casi me podrían doblar la edad. Pero eso es lo de menos.
Cuando era pequeña y estaba en el colegio siempre deseaba haber nacido en cualquier día de enero hasta la primera semana de octubre. A todas les celebraban el cumpleaños a la hora de recreo, les cantaban el pastel y era una gran fiesta. Luego llegaba diciembre y todo eran convivios y vacaciones. Los papás de mis amigas del colegio ya no podían llevarlas a cualquier fiesta porque había muchas colas, tenían que hacer compras o algún convivio. A mi también se me olvidaba y era feliz con las reuniones familiares. Mis abuelitos, tíos y primos siempre llegaban a comer pastel, mis hermanos revoloteaban por ahí y los amigos de la colonia también llegaban. Mi cumpleaños siempre me ilusiona. Recuerdo que mi primer teléfono celular me lo dieron por la mañana, mis papás me despertaron con una llamada. Mi mamá también me regaló un sudadero negro. Años atrás me despertó con una muñeca que me fue a saludar. No lo recuerdo por los objetos materiales, sino porque me sentía especial. Esos abrazos y las palabras de mis papás me llenan mucho.
Pero este año estaba un poco desilusionada. No quería celebrar nada y me molestó que siempre todos los años los convivios interfirieran en mis planes. Que la mayoría de mis amigos tuviera compromisos previos y una agenda casi llena, que las colas y que todo. Algunas amigas me preguntaban casi todos los días los planes de mi celebración y no quería pensar en eso. Estaba ocupada con cosas de la U, de un proyecto, el trabajo… En fin. Tampoco quería celebrar con algo grande porque luego tenía que llamar a todos o mandarles la invitación en facebook y la mayoría ya iba a tener planes.
Luego el pesimismo se me fue quitando y quise salir a celebrar por la ciudad. Bailar, sonreír, brindar y cantar como loca que era mi fiesta y que gritaba si yo quería. Y así fue. Desde un pequeño pastel en la oficina hasta el fin de semana que pasé con diferentes amigos. Esa suma de pequeños detalles forman un bonito 24. Desde aquí gracias a todos por ser parte de las postales.
Ahora bien, la verdadera ilusión vino el domingo. La idea se dibujó clara en mi mente. “Cómo no has de estar contenta si cumples años en la misma semana de Navidad; del nacimiento de Jesús. Eso es ser afortunada”. Una sonrisa grandota se dibujo en mi rostro y por eso veo a mi alrededor y me encanta tener un árbol navideño cerca. El nacimiento en la sala y esta energía de preparación.
Decidí que quería cenar con mi familia y compartir con mis papás y amigos. Hace una semana mi papá conversaba con nosotros en una sobremesa y me dijo “si vos ya estás grande, ya son 24”. Sí. La nena ya está grande. Claro que todavía le faltan un montón de experiencias por acumular y de las cuales deberá aprender. Por supuesto que todavía no ha pasado por ciertas circunstancias pero he vivido otras que muchos no vivirán. Eso no invalida este momento. Soy grande porque el año pasado no tenía la experiencia que adquirí en este 2010. Todos los años de mi vida han sido intensos. Cada uno a su manera. Le agradezco mucho a Dios porque poco a poco me voy acercando a varias metas que quiero cumplir y otras ya no están en la lista de Pendientes. También porque los tragos amargos, y vaya que he tenido varios, han sido más leves a su lado. Sigo aquí. Lista para lo que escribiré en este nuevo cuaderno en blanco.
Así que por último quiero compartir con ustedes una pequeña lista Veinticuatro:
- Cerrar la licenciatura en Ciencias de la Comunicación. Un año cargado de actividades y con un seminario que costó ganar. Ahora queda pendiente la tesis, la cual me ilusiona un montón y espero completar para graduarme en el 2011. Acompañada de SuperMafi todo fue un poco más fácil.
- Haber ganado el examen privado de la carrera técnica de Periodismo en la Usac.
- La participación en la lectura Poecléctica y la clausura del Festival de Poesía Callejera en Quetzaltenango.
- La conquista del volcán Chicabal. Además del esfuerzo físico y el orgullo de haber recorrido tantos kilómetros y mil gradas, el cielo desde el volcán no tiene precio. Creo que me espantaron un par de veces jeje y los tropezones de la bajada fueron algo feos. Pero nunca había visto tantas estrellas y todas tan cerca. Abrazar el cielo.
- Quetzaltenango en enero. Lindas caminatas y visita a Vanushka.
- Quetzaltenango en octubre para mis vacaciones. Mafi, Jean Luca e Ingrid las hicieron geniales. Entre menú vegetariano, escaladas a volcán, hitch hiking, música y galletas.
- Quetzaltenango en noviembre en la lectura. La poesía y Xela son una combinación maravillosa.
- El viaje en camioneta parrillera y busito con Mafi rumbo a Quetzaltenango en octubre. Mismo trayecto pero diferente transporte en noviembre. Aunque el paisaje es el mismo siempre hay algo nuevo desde la ventana.
- El taller de Curaduría del Centro Cultural de España.
- El taller de Poesía para Armar de los amigos de Catafixia en el CCE… Las discusiones y los nuevos amigos.
- La adquisición de Falco Sparky. 😀
- Los primeros viernes del mes con Morena en la ciudad. Pensándolo mejor, cualquier aventura con Morena a bordo 🙂 #ylachelaque , confidencias, pictóricas, la maga, el siglo, el gtalk… La amistad.
- Smothie de mango, &Café o cualquier café con Mae. Hermandad bonita. Los chats con Kathya y por saber qué es lo que nos pasa al decir Aló.
- La entrevista con Kany García para Siglo 21. No todos los días conoces a la compositora de las canciones que te han acompañado en los momentos más difíciles…
- La cobertura del concierto de Calamaro. Purificación musical al máximo.
- Korn. Un sueño de adolescencia cumplido al fin. Salté, moshé y fui feliz.
- Poesía Espiral. Un reto que aún no termina pero que pronto saldrá a la luz.
- Mi familia. Mis hermanos y mis papás son geniales. Mis abuelos una lección de vida. Mis primas unas princesas todas. Mis primos lindos. Mis tíos los mejores.
- Los amigos que siempre estarán ahí. No matter what. Fernando. Kathya. Juanpi. Ale.Mafi.Mae.Morena. y todo el crew que siempre anda por ahí.
- Los pequeños detalles.
- Café, café, café.
- Gilmore girls, Breakfast at Tiffanys y las películas cursis que adoro ver. Siempre reconfortan cuando crees que ya no hay nada más gris en tu día.
- Música! Ximena Sariñana sonó bastante junto con el Gordo, Bunbury, Calamaro, Korn, Tool, Perrozompopo, Café Tacuba, Zoe, Damien Rice, Soundtrack de Once… Cada una a su modo junto con otras canciones más. Hip Hop, Cumbia Reggae, Dancehall no podían faltar… Pd. La cumbia ES la salvación. 🙂
- POESIA. Cuando ya nada puede ir peor, unas líneas son suficientes para llenarte por completo y humanizar un poco más el mundo. Lo mejor de este año fue la poesía en sus diferentes expresiones. Textos, libros, pequeños detalles, el cielo despejado, la lluvia que te rebalsa por completo, las trascendencias diarias.
El soundtrack de esta entrada es un himno. Una canción que al igual que El viento a favor, siempre me conforta. Gracias muchas a la persona que me la mandó por correo…
Actualización. El eclipse sin duda me deja sin palabras. Un agradecimiento enorme al cielo por darle esta energía a mi cumpleaños. Gracias Dios.