literatura

Devorando libros


De la misma manera con la que empieza este mes con un nuevo header, también inicio un reto personal. Se trata de leer 50 libros en un año. Esta es una iniciativa que se repite por segunda ocasión y hasta este año la conozco. Los promotores son integrantes de la comunidad Twitter en Guatemala y Lectores Chapines. Consiste en leer 50 libros en un año: 1 libro por semana con descanso de dos semanas. Cada participante puede escoger su ritmo. Inició el 1 de octubre y es realizado para disfrutar del goce por la lectura. No hay reglas de género o tipo.

Aunque hay días en los que en mi agenda ya no cabe ni un alfiler, sí quiero involucrarme en el reto y poder leer varios títulos que reposan en la pila de pendientes. Es por eso que me inclino por otra opción pensada para quienes no tengamos suficiente tiempo. El de los #25 libros. En cualquiera de las dos modalidades debemos dejar 12 espacios para las recomendaciones del mes de parte de los Lectores Chapines. Pero si me sobra tiempo o veo que podría leer más con mucho gusto amplío la lista.
El banderazo de salida lo doy con Astro Degenerado En Lumbre de Willni Dávalos, publicado por Catafixia Editorial. Es una selección de poemas escritos por un joven peruano que siento cerca aunque nos separen cientos de kilómetros. No hay ninguna razón específica por la que escogí este libro como el primero. Simplemente estaba hasta arriba de una torre en mi librera y lo tomé en una noche de insomnio.
Uno de los poemas es Accidente. Lo leí mientras estaba en la cola de un banco cualquiera hoy al medio día. Algunos versos que me enamoraron son:
“Hay una combi en mi cabeza
y en esa combi
viajas semidormida.
The Cure en el discman o bradicardia…
y a tu lado un ebrio
te dice lo bella que eres…
… Finges no oírlo
y acomodas los audífonos.
Ahora no oyes ni el motor de la miseria…
… Junto al tipo dormido,
una verdadera promesa de humanidad
se pega a la lluvia…”
Otro que me gustó bastante hoy fue Albuitre. Lo encontré demasiado intenso mientras esperaba mi turno en el Car Wash. Necesité una relectura algunos minutos después cuando mi espera se trasladó a la aceitera. Hoy fue un día dedicado a diligencias mecánicas o burocráticas con un tinte poético. Me reconfortó. A continuación unos versos:
“La poesía es silencio.
Y el silencio es la canción que las cadenas materiales
nos impiden oír”.
Actualización. Hoy estoy revisando mis libros y creo que la lista podría aumentar 😀
4 Comments

4 thoughts on “Devorando libros”

  1. Que bien que te uniste al reto, estaré pendiente de los libros que lees, creo que podré encontrar varios autores nuevos.

    Apoyo tu comentario sobre libros de poesía, el año pasado participe en el reto (me quede en 40) y los libros que más tarde en leer, además de releerlos varios fragmentos fueron los de poesía. Generalmente son libros que acompañan a otro libro, que los leo un día que les puedo prestar atención y que tengo ganas de leerlos, no son libros que puedas tomar de la página 1 al final. Matarías el sentimiento con una prisa innecesaria.

  2. Alfonso… Qué gusto saludarte por aquí,
    Hay una página oficial que impulsa el reto: Lectores chapines. Por tu comentario imagino que también te apuntas al reto? Sabes que yo de ella tengo Fuegos, lo compré en una Filgua pero no lo puedo terminar. Creo que lo agregaré a la lista para hacerlo.

    Una revista,
    Claro que leer revistas debería contar, al final creo que tu te pones tus propias reglas. Bienvenidos por aquí y gracias por las porras. Es cierto lo de la cantidad y calidad. Por eso me asusta pensar en 50 libros y a veces no es tanto la cantidad de páginas, sino la calidad de lo que está en ellas. De ahí que aunque sea un libro de poesía no puedo terminarlo en un día. Por ejemplo.
    Saludos!

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