Diez microsismos te roban la estabilidad.
Cada milímetro de tu cuerpo tiembla espasmódicamente
Sólo así logras liberar la energía acumulada cada día.
La explosión es tan intensa que tu corazón falla
Escapas de este cuarto en cada respiración.
Bajo tu cama se localizan dos fallas tectónicas que amenazan con perturbar la tranquilidad de los vecinos.
No importa.
En este punto todo es irrelevante.
Balanceas tu ser entre el lindero del aburrimiento y el desencanto que tratas de ignorar.
Sí.
Mmmmm mejor regresas a ese calor agradable y sofocante que alguna vez sentiste sobre esa placa temblorosa.
Un poco más.
Te tragas un Teamo por miedo a sonar cursi.
Casi.
Guardas un silencio doloroso y armonioso que no quiebre la mística del momento. Serán tu sonrisa y ese mordisco en el labio quienes sigan el protocolo de esta ocasión.
A veces hay verdades que se conservan mejor bajo la copa del sombrero negro resguardado en el rincón.
Pic tomada de: todosqueremosiralondres.blogspot.com