Flashbacks asuncionistas

Esa frase ha sido repetida de generación en generación desde hace varios años y en distintas aulas alrededor del mundo. Yo me la aprendí de memoria y casi nunca me detuve a analizar qué era lo que esas palabras encerraban. Aún no he terminado de descifrarlo. Pero sí me atrevo a decir que el resto de este año me aventuraré a encontrar esa respuesta, pues es algo más que simplemente un mantra o una frase que una monja dijo en el siglo 19. Una religiosa que se atrevió a desafiar al sistema, llevando educación a las mujeres francesas, quienes en esa época sólo eran preparadas para ser buenas esposas. Madre María Eugenia ha rondado por mi mente últimamente. Recuerdos del colegio y una que otra cancioncilla que quedó grabada en el subconsciente.
Desde chiquita nos decían en la clase que al graduarnos, el espíritu asuncionista iba a quedar en nosotras y que lo reflejaríamos en el ambiente en el que nos desempeñaramos. Y es cierto. Al menos, lo de la reminiscencia asuncionista. Esa gana de comerse al mundo y transformarlo. De pelear, debatir pero amar al final. Esas ganas de desafiar al sistema y proponer soluciones, sin quedarse en la esquina de los cobardes que sólo critican o viven atrapados en el pasado…
Sí, en enero tengo flashbacks del colegio. Eso me ha llevado a escoger una de tantas frases de Madre María Eugenia como una meta; una inspiración…

«Es una locura no ser lo que se es sin la mayor plenitud posible»…