El pasado no existe y tampoco el futuro…
El presente es un viaje al pasado.
Sí.
Aunque sea durante un ratito quiero internarme en pasadizos que me llevan por las paredes de La Asunción, donde me acompañan varias amigas… Algunas siguieron su camino y perdimos la pista. Claro, las actualizaciones frecuentes en los correspondientes perfiles de hi5 y Facebook me mantienen al tanto de algunos detalles.
Es extraño cómo ahora, estudiando en universidades distintas, carreras opuestas y viviendo relativamente lejos, se puede alcanzar una relación más cercana que cuando recibíamos las mismas clases durante 13 años.
Reconfortante. Algunas amistades nacen pegadas con chicle, las uña y mugre…
Pláticas eternas sobre la conceptualización de los días, crushes imposibles y de vez en cuando algún poema. Luego, el timbre suena y el horario indica que es hora de salir a recreo.
Ahora, el timbre suena para recordarme que ya voy tarde a la mini reunión para ponernos al día.
"… algo los unirá siempre… he soñado… se acercaban al mismo tiempo a cortar en un jardín una pasionaria, de cuyo tallo surgía de golpe una hoja de borde tan filoso, tan filoso que la dos manos – las manos de ustedes dos – quedaban rígidas, horizontalmente agarradas a la vara creciente."
Eduardo Mallea. El Vínculo, capítulo 1.
La amistad es algo espontáneo pero tan dificil de encontrar.