A una semana del Live Earth


LA semana pasada se realizó un concierto mundial cuya consigna era luchar porque nuestra generación colabore para frenar el calentamiento global.
Esta es una causa que merece tanta atención como la guerra en Irak, las propuestas de los presidenciables guatemaltecos o los niños robados en Guatemala, (que por cierto es un mal muy de recurrente).
Es nuestro futuro, la forma en la que viviremos nuestra rutina… acalorados, insolación, especies extintas, un lugar turístico como la isla del calentamiento global no deberían ser un tema de un fin de semana y YA.
Aplaudo este tipo de actividades que logran llegar a una masa y que, por lo menos, de esa masa, una parte mínima captó el mensaje y ahora desconecta el cargador del celular cuando este no se usa.
Pero, aunque todos hagamos hasta lo imposible en nuestro metro cuadrado, de qué sirve si los automoviles y demás medios de transporte continúan contaminando,
de qué sirve si las empresas se aprovechan de los recursos naturales y utilizan los lagos como un desague tóxico
de qué sirve si las autoridades mundiales no colaboran para que se implementen medidas que cambien radicalmente el curso del desastre ecológico… cómo puede ser posible que ni a los presidenciables les interese presentar sus propuestas sobre este tema puesto que tan solo llegaron dos a un foro organizado con el propósito de conocer sus planes.
Por lo pronto solo uno fuerzas con el Capitán Planeta y demás eco-friends alrededor del mundo para cambiar aunque sea, al metro cuadrado que nos rodea.